Elecciones marcadas por la violencia
Miedo y abstencionismo Foto: Sanjuana Martínez
Ciudad Mier, Tamps.- En este pueblo que alguna vez fue mágico, el padrón electoral “esta lleno de muertos, desaparecidos y gente que se fue por la violencia”, dice la funcionaria de la casilla básica 718 prácticamente desierta debido al miedo generado por la batalla que libran los Zetas y el Cártel del Golfo por el control de la zona.
Las calles desiertas fueron recorridas por un convoy del Ejército Mexicano y otro de la Policía de Tamaulipas, pero ni así la mayoría de sus habitantes se animó a acudir a su cita con las urnas: “Es normal, la gente tiene miedo, tenemos miedo. Los que están fuera no pueden llegar porque tienen miedo de los retenes de un lado y del otro”, dice el maestro Rolando Ramírez miembro del Comité de campaña del PRI.
Por un lado, al norte de este municipio los Zetas controlan Guerrero y por el Este, el Cártel del Golfo domina Miguel Alemán; ambos instalan “retenes” en las carreteras y brechas lo que tiene aterrorizada a la población que finalmente prefiere no desplazarse: “Mucha gente que se fue hace dos años no ha vuelto, pero a pesar de todo, ha venido gente. Ya se sabe: el miedo”, dice Mara Chávez presidenta de la casilla básica 716.
Hace dos años, las balaceras entre ambos grupos del crimen organizado dejaron este pueblo vacío de seis mil habitantes, cuya mayoría se desplazó a vivir a otros lugares abandonando sus casas. Desde entonces, la Secretaría de la Defensa instaló cerca de la plaza principal, un cuartel militar con el Batallón 105, debido a que la desaparecida policía local que intentó reinstalarse en dos ocasiones, desistió de operar en la zona, por los continuos ataques armados.
Mucha gente ya no volvió. Hay cientos de casas solas. La zona de Infonavit Casas Geo luce desierta con más de 60 viviendas abandonadas: “Prefierí venirme a vivir al centro del pueblo con mi mamá. Allí no se puede estar”, dice una funcionaria de casilla que prefiere no dar su nombre, al comentar que “la afluencia” de votantes fue “moderada”.
En realidad, nadie sabe cuántos son los “electores reales” ubicados en las nueve casillas, reconoce una funcionaria del IFE que tampoco quiere dar su nombre: “Lo que pasa es que a los muertos o desaparecidos no los dieron de baja ante el IFE y se quedaron allí en el padrón. Ya todos sabemos que no van a venir, obviamente”.
Lo que no saben es cuántos de esos muertos, desaparecidos o desplazados van a votar. El funcionario municipal Alejandro Salinas Vela de 44 años está sentado en la plaza y dice que le consta que aquí “los muertos votan”. Cuenta que el cinismo y el miedo: “A mi ya me apuntaron con una cuerno de chivo cuando vinieron a la plaza a tirar cabezas. Les dije que no tenía nada que temer. Soy barrendero, tal vez por eso me dejaron vivir”.
En Tamaulipas, un estado fallido donde en la última semana han explotado dos coches bomba con un saldo de varios muertos y heridos, se registró un voto de castigo contra el PRI. Seis de los ocho distritos electorales federales los ganó el Partido Acción Nacional (PAN) El Partido Revolucionario Institucional (PRI) solo ganó según en el Distrito V con cabecera en Ciudad Victoria y en el distrito VI de El Mante.
Roberto Morales fue representante de casilla por el PAN y dice que en Miguel Alemán hubo amenazas contra la población que decidiera salir a votar, pero en Ciudad Mier, la gente tiene miedo desde hace varios años: “La gente prefiere no exponerse por eso no vino a votar”.
Las balaceras dejaron matanzas entre sicarios y también enfrentamientos con saldos de descuartizados tirados en esta plaza principal del pueblo. Las elecciones son un evento que debido a la inseguridad despertó poco interés como en otros municipios tamaulipecos: “Votar es un derecho, pero para los de la letra, es un revés”, dice María quien trabajó durante 32 años en Estados Unidos y regresó al pueblo como jubilada: “Soy ciudadana americana. Mis vecinas y yo hemos estado firmes, aunque tengamos miedo. No nos queremos ir y luego regresar. Aquí nos quedamos y aquí voy a vivir. Tenemos soldados, pero el retén de los otros se pone a cinco minutos de los militares y nadie dice nada”.
Cuenta que las “nuevas generaciones” prefirieron no venir a votar: “Hace unos días apareció un muerto tirado en las brechas entre Ciudad Mier y Miguel Alemán con una cartulina que decía: “Ya llegamos, venimos a recuperar territorio”. Esos son los Zetas, aunque en el pueblo siempre han estado los del CdeG. Aquí esta muy feo. Puras batallas. Son pocos los que se animan a votar.”
El pueblo es un bastión priísta, pero en estas elecciones el Distrito 1 de Nuevo Laredo al que pertenece esta localidad, lo ganó el PAN con el 44.50 por ciento que representa 72,450 votos con el 94.46% de las actas computadas. El PRI solo obtuvo 45,809 sufragios.
En el cuartel del PRI contrasta la alegría de apenas media docena de personas que comen y charlan: “Tuvimos una jornada muy vigilada gracias a Dios, no hubo amenazas ni nada; solo psicosis”, asegura con una leve sonrisa Jesús Alfonso Peña presidente municipal del comité del PRI al asegurar que el abstencionismo fue normal.
A su lado está su hermano, Luis Enrique Peña Lozano, es el candidato a la alcaldía del pueblo, quien niega cualquier irregularidad, aunque reconoce que la gente vota para no perder su apoyo del programa de Oportunidades y 70 y más: “El padrón es el padrón, hay muchos muertos, pero no votan. Aquí lo que se va a ver, es lo real. Y nada más”.
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