lunes, 24 de diciembre de 2012

El arraigo, ese mal mexicano

Sólo sirve a los policías para fabricar pruebas y culpables: afectado
El arraigo atenta contra el derecho a la libertad y la presunción de inocencia
Suele ser combinado con tortura y otros recursos ilegales
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Centro de mando de la policía en Nuevo LeónFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 23 de diciembre de 2012, p. 11
Al joven estudiante Marcelo Laguarda Dávila lo mantuvieron arraigado 55 días en las oficinas de la Policía Ministerial de Nuevo León acusado de homicidio; lo torturaron y finalmente confesó un asesinato que no cometió, según Human Rights Watch. Fue sentenciado a 42 años de prisión.
Su caso ha sido emblemático para las organizaciones de derechos humanos que denuncian la ilegalidad de la medida de arraigo, una forma de detención arbitraria, que atenta contra la presunción de inocencia y el derecho a la libertad, algo que permite, primero detener, y luego investigar. El arraigo sólo sirve a los policías para fabricar pruebas y culpables, dice llorando Marcelo Laguarda, en el pabellón de visitas del penal de Topo Chico, donde está preso desde hace más de dos años.
Ante el lleno total y el sobrecupo que registran las casas de arraigo, el gobierno de Nuevo León planea incluso aumentar el número de lugares o bien ampliar las tres casas ya existentes con capacidad máxima para 180 personas: Tenemos ya en lo que va del año las casas de arraigo con alrededor de 150 personas que están en proceso; esto es movible, según se van consignando pues se van desalojando y caen nuevas bandas, dijo el vocero de seguridad, Jorge Domene, al referir la gran cantidad de supuestas bandas detenidas con hasta 30 personas.
La decisión de reforzar el arraigo contrasta con otros estados de la República como Oaxaca o Chiapas, donde esta medida ha desaparecido, en coincidencia con un movimiento nacional que pretende eliminarlo del fuero federal.
El arraigo es el principal instrumento represor del Estado mexicano y fomenta otro tipo de violaciones de derechos humanos como la tortura, las acusaciones sin pruebas, utilizando testigos protegidos y amenazas. Es el mayor ejemplo de la arbitrariedad del poder, en el sistema de justicia penal de presuntos culpables que tenemos, dice Octavio Amezcua, director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, AC (CMDPDH), al afirmar que durante el sexenio de Felipe Calderón fueron arraigadas 7 mil personas a escala federal, con un promedio anual de mil 640 personas afectadas y una tasa de incremento de 100 por ciento.
De 2009 a 2011, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos recibió más de mil quejas por violaciones a las garantías individuales en relación con órdenes de arraigo, particularmente detenciones arbitrarias y tortura: Qué mejor ejemplo que tener detenida a una persona hasta por 80 días, con todas los daños que implica para su imagen y su riesgo personal, sin ninguna prueba concreta que la incrimine, comenta.
“El de la voz con acento exclamó: ‘ahora resulta que eres un policía honesto’, colocando nuevamente la bolsa plástica sobre mi rostro hasta perder el conocimiento. Sólo podía escuchar ‘para mí eres sicario, y si tienes muchos huevos, aquí te los cortaremos, hijo de tu puta madre. Eres muy leal al cártel. Ojalá te mueras, nadie sabe dónde estás. ¿Qué te cuesta cooperar, pendejo?’ Ya no escuche más, desperté orinado.”
Es el testimonio de Luis Alberto Toledo Coello, uno de los 25 policías municipales de Tijuana que fueron arraigados durante 50 días en un cuartel militar del 28 Batallón de Infantería, denominado El Aguaje de la Tuna, acusados de delincuencia organizada por orden del teniente coronel Julián Leyzaola Pérez, secretario de Seguridad Pública de Tijuana, y el director general de Policía y Tránsito Municipal, capitán Gustavo Huerta Martínez.
Los otros dos soldados que estaban arriba de mi cuerpo empezaron a golpearme en las piernas y en la panza, gritándome que a ellos no les importaba que yo me muriera, ya que nadie de mi familia sabía en dónde estaba, señala Manuel Adelmo Olivas Coss, otro de los policías arraigados.
Los 25 denunciaron todo tipo de torturas por parte de militares durante su arraigo:“Después de varios golpes sentí cómo me colocaban sobre la cara una bolsa de plástico, con la cual me cortaban la respiración, y lo repitieron en tres ocasiones. Después nuevamente me dijeron: ‘Mira, cabrón, no la juegues porque la vas a pasar muy mal. El juego es simple: o declaras lo que queremos o te matamos y te tiramos por allí para que crean que fue la maña…’”, cuenta Miguel Ángel Mesina López.
Los policías arraigados recibieron amenazas de muerte para conseguir confesiones y les hicieron firmar declaraciones que no les permitieron leer; incluso algunos firmaron documentos en blanco para autoincriminarse. De acuerdo con los testimonios y el informe que será presentado ante la CIDH, al que ha tenido accesoLa Jornada, Leyzaola Pérez ordenaba la tortura y su duración y tres agentes ejecutaban los tormentos físicos y sicológicos.
Los sobrenombres de dos de los agentes martirizadores son El Tortas El Matute, este último identificado como el principal torturador, a quien además sus víctimas identificaron como escolta del comandante de la II Zona Militar. Durante las torturas, un médico se encargaba de resucitar a los torturados; se trata del teniente Fernando Coaxin Hernández, director de sanidad del cuartel militar.
Después de los 55 días, se les dictó auto de formal prisión y los enviaron al penal de Nayarit. De los 25, 13 apelaron del auto y salieron libres luego de un año y cinco meses de cárcel, mientras los 12 restantes, sin capacidad económica para pagar un abogado, finalmente fueron liberados tres años y medio después. La CNDH emitió una recomendación.
Todos recibieron una sentencia absolutoria, señala Amezcua, de la CMDPDH, que asumió el caso y lo presentará en unos días ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). Es una demanda de 200 páginas con distintas violaciones de derechos humanos, pero lo más grave es la utilización de la figura del arraigo, y consecuentemente la tortura. También exhibimos la ineficacia de los amparos contra el arraigo.
El caso de los 25 policías municipales de Tijuana incluye los testimonios de seis de ellos que fueron brutalmente torturados, aunque todos fueron vendados, atados, colgados y tableados: De momento me dejaron de asfixiar y empece a sentir que me despojaban de mis botas, pantalones y calzoncillos y sentí cómo metían mis pies dentro de un recipiente de metal con agua, estando yo de pie y con las manos atadas colgando, y en esos momentos empece a escuchar como chocaban algunos cables con electricidad y de repente sentí una fuerte descarga eléctrica que me provocaron con algo metálico en mis testículos, señala Samuel Alonso Ureña Varo.
En 2008, Felipe Calderón elevó el arraigo a rango constitucional, pero en los transitorios de la reforma se estableció que los arraigos locales podían seguirse implementando hasta 2016, algo que se hace con absoluta borrosidad, lo cual, según Amezcua, no permite cuantificar a escala nacional el daño ocasionado: No hay cifras. No sabemos cuántos arraigos hay en cada estado. Además, las cifras de la PGR y las del Poder Judicial no cuadran. Las autoridades esconden las cifras.
La figura del arraigo es actualmente cuestionada por el procurador Jesús Murillo Karam, como parte de un proceso de restructuración que pretende revisar esa herramienta jurídica y la del uso de los testigos protegidos. En dos años hubo más de 3 mil 800 mexicanos que fueron arraigados injustamente.
En la Cámara de Diputados grupos políticos de diverso signo se han manifestado recientemente por suprimir la figura del arraigo porque es un instrumento que ha fallado debido a que sólo 20 por ciento de los presuntos culpables fue sentenciado, según ha dicho la perredista Aleida Álvarez, vicepresidenta de la mesa directiva de San Lázaro.
Primero te detengo y luego te investigo, dice el diputado Ricardo Mejía Berdeja, del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano: La persona afectada queda así sin garantías ni situación jurídica clara, ya que no es ni indiciada ni inculpada, y lo que es más, ni siquiera está vinculada a proceso penal alguno: simplemente se le ha privado de la libertad.
Para el abogado Amezcua será difícil que el procurador Murillo Karam termine con la práctica de la figura del arraigo: No creo que la eliminen de un día para otro. Es una práctica muy arraigada en los ministerios públicos. Ya están acostumbrados.

domingo, 16 de diciembre de 2012

Laberintos del tráfico de niños


Con engaños y por $3 mil, madres en extrema pobreza firmaron cesión de la custodia de sus hijos
Operaba desde 1988 red de tráfico de niños en Jalisco; habría dado 240 en adopción ilegal
Gran negocio que corrompe autoridades; la Fundación Find calcula que hay 500 mil desaparecidos
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Una de las bebés que había sido dada en adopción ilegal en Jalisco fue devuelta a su madreFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de diciembre de 2012, p. 15
Guadalajara, Jal., 15 de diciembre. A cambio de 3 mil pesos, Elisa Chávez Garcíaprestó a su hijo de un mes de nacido durante 15 días para que participara en una campaña de publicidad contra el aborto. Nunca imaginó que el documento que firmó cedía la custodia del menor a una pareja de Irlanda para el inicio de un proceso de adopción.
Yo no sabía, nos engañaron. Nunca pensamos que todo era mentira, dice con tono de lamento Elisa, madre soltera de 21 años, en condición de extrema pobreza, quien fue elegida junto a otras 10 mamás en situación similar, por una red nacional e internacional de adopciones ilegales, cuya estructura sigue funcionando con total impunidad en México, según denuncia Juan Manuel Estrada Juárez, presidente de la Fundación Find, organización que se dedica a buscar niños robados y desaparecidos.
Se trata de una red nacional de tráfico de niños. La mayoría de las adopciones de esos menores no corresponde a gente de Jalisco o Colima. Son adoptados por personas de Nayarit, estado de México, Chihuahua, Tijuana... y por extranjeros de distintos países, que vienen a Colima a hacer el trámite. En este momento, Colima es el paraíso de las adopciones ilegales por la laxitud de sus leyes, dice en entrevista.
                        Juan Manuel Estrada Foto: Sanjuana Martínez 
Nadie sabe con exactitud cuántos niños desaparecidos hay en México, pero Estrada Juárez considera que pueden ser más de 500 mil. Por cada uno –señala– un extranjero paga de 500 mil a 700 mil dólares, y un mexicano hasta medio millón de pesos.
Al no ser un delito federalizado y no existir coordinación entre las procuradurías de Justicia de los distintos estados, es muy difícil saber el número. Cuando se pierde a un menor su caso se va a la agencia de desaparecidos hasta que no se determina que fue robo. Hay manipulación de las cifras y no existen estadísticas confiables; no sabemos a cuántos se han robado, cuántos salieron por supuesta ausencia voluntaria. Las adopciones son legales de forma, pero en el fondo son ilegales y no se está investigando porque representa un gran negocio para los funcionarios corruptos, dice este hombre, que ha dedicado parte de su vida a la defensa de los derechos de los niños.
Con amor: la adopción es la mejor opción para los dos. Sí a la vida, no al aborto, dice el anuncio publicitario de la supuesta campaña para la cual las 11 madres prestaron a sus hijos, con edades que oscilan entre el mes y los dos años.
Los contratos están a nombre de Laura Fabiola Carranza Talamantes, quien entregó a su hijo Alejandro Raúl Carranza Talamantes; Cecila Vázquez Díaz, entregó a Camila Velázquez; Elisa Chávez García, a Ángel Alejandro Chávez García. También, a nombre de los menores Cristian Guillermo Montes González, de dos meses; Eduardo Niño Hernández, de cinco meses; Camila Yaret, de ocho meses; Ángel Chacez García, de dos meses, y Naidedin Brillet Esparza Mendoza, de seis meses.
Enganchadores identificados

Las enganchadoras fueron Silvia Guadalupe Soto y Guadalupe Lizeth Bosques Montaño. Ambas acudieron a la colonia Estancia, una de las más pobres de Guadalajara, para elegir a los bebés y a sus madres. El documento firmado cedía la custodia, por motivos de trabajo publicitario, al despacho jurídico Asociados López y López, representado por Carlos López Valen- zuela y su hijo Carlos López Moreno quienes, a su vez, entregaban la supervisión de los menores a la nana María del Carmen Quiñones Muñoz.
Los niños eran concentrados en el hotel Posada del Marqués, donde los abogados López decidían quién se quedaba, con base en su aspecto y salud. Después se los llevaban al hotel Suites Moravia para entregarlos a los irlandeses:De allí, para no levantar sospechas, se los llevaban a Chapala, concretamente a Ajijic, donde tenían dos casas en renta permanente. Finalmente trasladaban a los bebés y a los irlandeses a Colima para realizar los trámites de la adopción; de allí viajaban al Distrito Federal para luego volver a Irlanda, dice Estrada Juárez con la denuncia presentada ante las autoridades de Colima contra la asociación para la mujer embarazada en desamparo Vida y Familia (Vifac), por su supuesta participación en los hechos.
Los niños fueron encontrados por las autoridades de Jalisco cuando estaban con las parejas irlandesas: Michael y Anne Marie Maguire, Alan y Martina Mulvey, Eamonn y Karen Byrne, Daragh y Geraldine McCann, Brendan y Caroline Kavanagh, Ciaran y Blanaid Carey, Paul Francis y Elaine Bridget O’Brian, Cathal y Siobhan Temple, John Thomas y Ciara Mary Compton, Abrose y Briugid McGowan, John Christopher y Sinead Scott y Mark Joseph y Grainne Buckley.

La red de tráfico de niños con fines de adopción ilegal finalmente fue descubierta desde enero pasado: los niños fueron retenidos y ocho mexicanos que funcionaban como elementos operativos fueron capturados, pero los culpables intelectuales y financieros del tráfico de menores, que involucra a irlandeses, funcionarios del Registro Civil, jueces y a los abogados López y López, siguen prófugos.
No ha habido justicia, dice el abogado Yuri Márquez, de la Fundación Find. “Aseguraron a 11 menores de 11 madres; se empezaron hacer las indagatorias y en un principio la Procuraduría General de Justicia de Jalisco las presentó como inculpadas, no cómo víctimas. Como si ellas tuvieran la intención de vender a sus hijos; las tenían como sujetos activos del delito de tráfico de menores, pero después de desahogar varias diligencias y de que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) atrajo la investigación, comprobamos que ellas fueron víctimas de un engaño. Para las mamás que viven en extrema pobreza, prestar a sus hijos a cambio de una cantidad que iba de 3 mil a 10 mil pesos fue una oportunidad muy grande, porque a veces no tienen ni qué comer”.
Red nacional
Quiero olvidar todo. A mi hijo se lo llevaron cuando tenía un mes y me lo entregan con siete meses. Imagínese como me siento, dice Elisa Chávez García mientras acaricia a Ángel Alejandro, quien fue retenido por las autoridades de Jalisco para entregarlo al Hospicio Cabañas; recientemente fue devuelto a su madre.

No quiero saber nada del asunto; ya tengo lo más importante, que es mi niño y a mis sobrinos Raúl y Dana Karen Carranza Talamantes. Se tardaron mucho en entregárnoslos porque les hicieron las pruebas de ADN para ver si eran nuestros hijos, y luego nos hicieron estudios para ver si podíamos tenerlos. Sufrimos mucho, comenta.
Juan Manuel Estrada Juárez señala que descubrieron que las adopciones se hicieron primero en el registro de Zapopan: Todo se comprobó e interpusimos denuncias en Jalisco y Colima, pero a escala federal la investigación de la Seido no avanza. Primero pusimos al descubierto las adopciones ilegales a escala internacional y ahora estamos denunciando las red que opera mediante dos jueces en el estado de Colima para llevarlas a cabo por conducto de Vifac, que fue nombrada por el gobierno como tutores sustitutos, figura que no está contemplada en la ley y las denuncias no avanzan. Estamos en el limbo. Tenemos a los culpables financieros y no es posible que a estas alturas no se les hayan congelado sus cuentas y se haya hecho otro tipo de investigación para localizarlos.
De acuerdo con el expediente judicial, al que ha tenido acceso La Jornada, en el estado de Colima no ha habido adopciones de niños colimenses en los últimos cinco años, lo cual quiere decir que todas las que se han hecho son de menores de otros estados de la República.
De acuerdo con las investigaciones de la Fundación Find, esta red en concreto trabajaba desde 1988 y sustraía cinco menores cada seis meses, lo cual quiere decir que ha habido aproximadamente 240 niños mexicanos dados en adopción ilegal.
                           El abogado Yuri Márquez Foto: Sanjuana Martínez
Para Yuri Márquez lo más sospechoso es que la procuraduría de Jalisco en un principio no quería aceptar que se trataba de una red de tráfico de menores:Argumentaban que era una renta de niños, no una venta, pero les obligamos a retractarse y reconocer el delito. El caso es obvio: tenemos un despacho encargado de promocionar una red de niños mexicanos en adopción en otros países a cambio de una contraprestación económica; una red nacional que sigue funcionando. Existen leyes, el problema es que se mueven cantidades estratosféricas de dinero y los funcionarios se corrompen.

lunes, 10 de diciembre de 2012

La lucha contra el VIH


En Monterrey, La Casita se ha convertido en un espacio de libertad para la comunidad
La prevención y no la abstinencia, clave contra el sida, recomienda empresario gay
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El 41 por ciento de los casos nuevos de VIH en México fueron por contacto sexual entre hombres, según una encuesta reciente del Inegi Fotos Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Periódico La Jornada
Domingo 9 de diciembre de 2012, p. 33
Es la una de la madrugada del sábado. El lugar está medio en penumbras. Una luz tenue recorre los laberintos de La Casita por donde las sombras construyen formas de placer y erotismo. Nadie habla ni grita, el silencio sólo es roto por los sonidos del gozo corporal. Una pareja al fondo en plena acción, otra más explorando en un diván. Los olores inundan una atmósfera de evasión y clandestinidad que exacerban aún más los sentidos.
Es el único espacio en libertad que existe en Monterrey para que hombres que tienen sexo con otros hombres puedan disfrutar del momento bajo la admonición de la prevención. En una de las salas hay una cama ginecológica, en la siguiente un columpio, hay una zona sadomasoquista, una cama de cadenas denominada El purgatorio; en una más, una jaula. En las estancias, el público disfruta de películas, el resto es un territorio en penumbras donde nadie se pierde.
Solo el roce de una mano significa el solaz inicio de un encuentro casual y momentáneo sin prejuicios. Hay sauna, regaderas y calabozos. En la zona verde está El limbo. En un pasillo a media luz existe una pared con un agujero; es el famoso Glory hole que proporciona anonimato absoluto. Los cuartos totalmente en penumbra anulan la visión para exaltar el tacto, el olfato, el deseo.
                               Abel Quiroga, atrás el glory hole
Algunos salen satisfechos con los pantalones en la mano vistiéndose mientras caminan. Aquí todo está permitido de manera consensuada. No se admiten menores de edad, drogas ni alcohol. En la recepción, la bienvenida consiste en: cuatro condones y dos lubricantes a base de agua. El precio del cover, sin límite de tiempo: 100 pesos. Luego, los clientes son invitados a pasar a la puerta del cielo.
Alto a los mitos
Las paredes y estanterías tienen propaganda para prevenir el VIH-sida: Tengo derecho a la confidencialidad y al anonimato. Detén los mitos, dice una tarjeta con sellos del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación, la Secretaría de Salud y Acodemis AC.
La lucha para prevenir el VIH se centra también en estos lugares. El 41 por ciento de los casos nuevos de VIH en México fueron por contacto sexual entre hombres, según una encuesta reciente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía. Hay más de 220 mil enfermos de sida y 50 por ciento de ellos no lo sabe, de acuerdo con estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, en el contexto de la celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, cuya meta este año es lograr que 70 por ciento de los hombres que tienen sexo con hombres usen condón.
Más allá de los Baños Mina, las cabinas de la Zona Rosa o el último vagón del metro en el Distrito Federal; los Lupis (Lugares Públicos y Privados de Intercambio Sexual) son una alternativa considerada por el sector salud, como estratégica en la prevención: “La existencia de este tipo de lugares nos parece excelente, muy adecuada para las personas que desean diversión, atracción y una sexualidad responsable. En esta casita tenemos una alianza para que la prevención entre aquí para educar e informar a una población vulnerable”, dice Genaro Leal Martínez, secretario técnico del Coesida (Consejo Estatal para la Prevención del Sida).
Encuentros responsables
Ángel es el guía de La Casita, fundada hace 15 años. Cuenta que vivió hasta los 28 años en el error heterosexual. Estaba casado y tiene dos hijos, pero hace 10 años descubrió su verdadera preferencia: Cuando llegué a trabajar me di cuenta que de aquí soy. Minucioso en su labor, lo primero que cuida es que los clientes no enciendan teléfonos celulares en los cuartos oscuros: Aquí vienen muchos políticos y gente importante. No les gusta. Exigen confidencialidad, comenta y da la clave para los boayers que no quieren participar del festín: Péguese a las paredes.
La celebración de la sexualidad fue el objetivo principal que impulsó a Abel Quiroga, director de La Casita y de Acodemis, para crear este lugar luego de haber visitado similares sitios en Alemania, Holanda y Estados Unidos: Los hombres llegan a disfrutar su sexualidad, su vida, cosa que a veces no pueden hacerlo en la calle. Aquí se dan las cogidas reales y es en estos sitios donde podemos hacer la prevención real del VIH. Una cosa es dar 20 condones fríos; a entregar cuatro y dos lubricantes, a gente que sabes que los va a usar en caliente.

Abel Quiroga, quien bajó a los submundos de la droga y estuvo perdido varios años, se rehabilitó y se convirtió en un aguerrido activista en favor de los derechos de las minorías sexuales. Reconocido por una población en riesgo, observó que la mayoría de quienes deseaban tener sexo, utilizaban de manera peligrosa, lugares insalubres o públicos: No coincido con los empresarios gay que dicen que si hablas de sida los clientes se van. Es uno de los problemas que tenemos en México, ellos no quieren todavía entrarle a la prevención en sus locales, porque tienen miedo a que los coloquen como un foco de infección, cuando es todo lo contrario: es sexo seguro.
Al inicio, comenta que el concepto de un lugar similar a los que visitó en Europa, EU, Canadá fue muy criticado, incluso por la misma comunidad de organizaciones no gubernamentales en favor de los homosexuales: Me decían estás fomentando la promiscuidad, estás fomentando más infecciones. No era una crítica al concepto, sino a mi atrevimiento de fundar esto.
Como impulsor de los cuartos oscuros bajo el concepto de la prevención, se enfrentó luego a una sociedad conservadora por permitir a los portadores del VIH-sida tener sexo en la casita incluso sin pagar la cuota, pero el número de enfermos aumentaba, hasta llegar a más de 500 casos el año pasado: “Dos clientes frecuentes me reclamaron: nos van a enfermar. Abrí mi cajoncitos les devolví su dinero y los invité a irse: Por eso hay condones, les dije. Me da mucha rabia la discriminación. Luego difundieron la idea de que yo estaba sidoso, la clásica, me da igual, no es cierto, aquí no se discrimina a nadie. Creo en la libertad. Los derechos humanos también son derechos sexuales.”
Según el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) las personas que son portadoras del virus de la inmunodeficiencia humana o que están enfermas de sida son aún discriminadas por el miedo al contagio y por los prejuicios asociados a su actividad sexual. La población que visita La Casita, por ejemplo, es variada, hasta 150 personas los fines de semana: “Aquí llegan casados, recuerdo uno que nos dio sus pertenencias para guardar y se quitó su anillo matrimonial y dijo: ‘Chulita, ahí te ves’; otra vez, vino una esposa enojada: ‘Ese es el carro de mi marido, ¿qué clase de lugar es?’ Yo le dije: ‘Señora, se me va’, tenía que proteger la privacidad. También hay estudiantes, tercera edad... clase media y alta; funcionarios, empresarios, políticos, militares: Yo no veo, no sé nada. Todos aprenden a ligar en los cuartos oscuros, gente que se quita el pantalón y se pone una bermuda; hay gente que no quiere que la vean y se va a los cuartos oscuros, otros que sí y se quedan en donde están las teles. No son sólo parejitas, hay tumultos, tríos, orgías. Se permite todo, excepto menores de edad y abusos. No se vale la violencia no consensuada, aunque hay de repente muchas nalgadas, gritos de ‘soy una sucia’, pero es parte del gozo”.
La Casita funciona como centro cultural y fue presentado el libro Memoria de la lucha contra el VIH en México. Los primeros años, por el historiador Miguel García Murcia, integrante de Salud, Derechos y Justicia, quien dijo que en México han muerto más de 100 mil personas a consecuencia de esta enfermedad.
Acompañado por Abel Quiroga, el escritor Joaquín Hurtado, el periodista César Valdez y Cristina Sada, lamentó que las cifras de enfermos no desciendan y que el número se mantenga en los pasados cuatro años hasta 220 mil enfermos, aunque nadie sabe con exactitud cuántos hay porque el Estado maquilla las cifras:El problema se mantiene porque no sabemos cómo cogen los mexicanos, no sabemos cuántos gays hay, cuántos bisexuales, heterosexuales, cuántas lesbianas. No tenemos información de ese tipo, hay muchos prejuicios incluso en instituciones de salud.
Al término de la presentación del libro, La Casita sigue con su actividad frenética y Abel Quiroga se adentra entusiasmado en los laberintos rellenando las fuentes con condones y lubricantes: El olor humano del cuerpo, el sudor es riquísimo, ¿verdad?... Ellos saben lo que hacen. Es decisión de cada uno, yo no puedo entrar a tocarles eso para ver si traen condón, son adultos. Hay mucha información: el abanico de las prevenciones es amplio, no es sólo monógamo, abstinencia y uso del condón. La fortaleza de la epidemia es el desconocimiento y la desinformación.

martes, 4 de diciembre de 2012

Feminicidios y desaparecidas


El fenómeno de las muertas de Juárez se extendió en los últimos dos años: abogada Yuriria Rodríguez
Más de 4 mil feminicidios y 3 mil 976 desaparecidas, el saldo de Calderón
En 2012 mataron a 132 en NL y hay 500 niñas y jóvenes extraviadas, señala la asesora de ONG
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Lista de desaparecidos en Nuevo LeónFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
 
Periódico La Jornada
Domingo 25 de noviembre de 2012, p. 7
Cuerpos torturados, mutilados y con violencia sexual fueron lanzados a las calles, canales, vías del tren, cunetas de carretera, desagües (...) El saldo de Felipe Calderón: 4 mil 112 asesinatos de mujeres y 3 mil 976 desaparecidas sólo en los últimos dos años: “El fenómeno de ‘las muertas de Juárez’ se extendió por todo el país”, dice Yuriria Rodríguez Estrada, asesora jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio y Católicas por el Derecho a Decidir.
Los casos se fueron acumulando: las primas Arely Sarahí Montelongo Flores y Jeniffer Rodríguez Flores, ambas de 16 años, decidieron ir a una fiesta en Saltillo, Coahuila, un domingo del mes pasado. Tres días después sus cuerpos aparecieron con signos de tortura sexual y el rostro desfigurado, tiradas en un desagüe del municipio de García, Nuevo León.
Sólo en Nuevo León, este año fueron asesinadas 132 mujeres, y más de 500 niñas y jovencitas de entre 10 y 20 años están desaparecidas. Hemos ganado dos amparos: en Nuevo León y el estado de México, dice la abogada especialista enfeminicidios antes de ofrecer una charla en Monterrey en el contexto del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, establecido por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Se lo merecían
Buena parte de las 132 víctimas de Nuevo León han sido expuestas en la vía pública y 40 por ciento no fueron identificadas, lo cual denota otro problema: la trata con fines de explotación sexual y laboral. Durante varias semanas, el número de crímenes se incrementó en el estado. El cuerpo de una mujer de 25 años fue localizado en medio de un canal de riego, 20 kilómetros al norte de Montemorelos; otra fue llevada a la orilla de unas vías del tren, donde fue asesinada a balazos en la cabeza y el tórax; otra lanzada a las calles de la colonia Coyoacán; una joven fue tirada en la cuneta del Libramiento Noreste con los pies atados y la cabeza cubierta con cinta adhesiva, y una más ultimada a golpes y tirada en una calle de Guadalupe con un mensaje... todas con huellas de tortura.
Están siendo asesinadas cada vez con más altos índices de violencia y con mayor exhibición de sus cuerpos. Todo esto tiene que ver con un patrón social: tirar a una mujer torturada y asesinada en la calle significa que algo hizo. Ese es el mensaje que está dando el Estado, comenta Yuriria Rodríguez.
Explica que “la mayoría de cadáveres hallados en lugares públicos en todo el país, y de los que se desconoce su identidad, pueden llegar a ser mujeres migrantes cooptadas por el crimen organizado y utilizadas para explotación sexual, comohalcones o cocineras de algún grupo de la delincuencia, pero ellas no tienen nada que ver, aunque el Estado las involucre y afirme que 70 por ciento pertenecían al crimen organizado. Mentira”.
El incremento de la violencia feminicida durante el sexenio de Calderón va unido a la negativa de algunos estados de la República a declarar la alerta de género, mecanismo de acción urgente ante la falta de prevención para erradicar la violencia contra las mujeres, el cual fue rechazado por varios gobernadores sin argumentos jurídicos y sólo bajo la concepción equivocada de que se trata de uncastigo o un golpe político.
Esta negativa de los estados de México, Nuevo León o Guanajuato ha provocado un aumento considerable en la violencia contra ellas: en Nuevo León, por ejemplo, los feminicidios crecieron 698 por ciento en dos años, según la organización Arthemisas por la Equidad, que denunció la deficiencia de las autoridades para investigar los homicidios.
De acuerdo con estadísticas del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, la Procuraduría de Justicia de Nuevo León, a cargo de Adrián de la Garza, señaló que de 132 asesinatos de mujeres, 52 por ciento fueron resultado de la delincuencia organizada, pero sólo consignó a los homicidas en 30 por ciento de los casos.
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Familiares de desaparecidos exigen investigación sobre su paraderoFoto Sanjuana Martínez
“Las autoridades nos dicen que más de 70 por ciento de los casos que están documentando de estos crímenes son mujeres que fueron ultimadas por el crimen organizado, por tanto, afirman que son narcotraficantes y no investigan. Ese es el mensaje que mandan a la sociedad: como pertenecían al narco, no resolvemos los asesinatos”, dice Yuriria Rodríguez.
Los patrones discriminatorios de la autoridad han provocado el aumento considerable en los feminicidios y las desapariciones. Son una especie de caldo de cultivo que genera los homicidios contra ellas y que siguen mandando este mensaje: a las mujeres las pueden matar en cualquier parte; para nosotros, se lo merecían, porque eran narcotraficantes y no habrá responsables. Sigan matando mujeres.
La impunidad no ha permitido el acceso de las mujeres a la justicia. En el caso del asesinato de Rubí Marisol Frayre, hija de Marisela Escobedo, cometido por Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien fue ultimado hace unos días por el Ejército, la reacción del gobernador de Chihuahua, César Duarte, fue darcarpetazo al asunto: “Ya lo matamos, ya no investiguen. Al contrario, deben continuar las investigaciones para lograr una verdadera reparación del daño no sólo moral, sino con garantías de no repetición de este tipo de delitos”, comenta.
Alertas de género
El mecanismo existente en México para prevenir la violencia contra las mujeres, denominado alerta de género, es único en el mundo; surgió después del fenómeno de las llamadas muertas de Juárez, para evitar que se extendiera en todo el país, con base en la coordinación de las autoridades estatales y federales y recursos económicos destinados para ello.
“Nosotros estamos identificando un contexto de violencia sistemática en diferentes estados de la República, donde convergen varios factores: cruce de migrantes internos y externos, altos indices de violencia contra el sector femenino, no sólo en materia doméstica, sino en la comunidad; índices de feminicidio y, sobre todo, en estados donde hay falta de control de las fuerzas armadas y policiacas”, explica Yuriria Rodríguez.
Los mayores índices de violencia contra ellas se presentan en Chihuahua, Veracruz, estado de México, Nuevo León, Morelos, Chiapas y Guerrero: Las alertas significan mayor atención del Estado, recursos federales y acciones para erradicar las agresiones contra ese sector de la población.
En el caso del estado de México, el ex gobernador Enrique Peña Nieto se negó a la alerta de género: “no había investigaciones ni sentencias; incluso, de mil casos, en 592 no se conocía la relación víctima-victimario. Si se hubiera metido una declaratoria de alerta se habrían generado protocolos con perspectivas de género y acciones para evaluar el trabajo de las fiscalías. No se hizo y allí sigue el mismo patrón sistemático de violencia contra las mujeres y cero acceso a la justicia. Se dieron cientos de carpetazos”.
Para el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, conformado por 50 organizaciones de 20 estados, Felipe Calderón tiene una deuda con las mujeres y debe saldarla antes de irse. Yuriria Rodríguez no tiene duda: “una de las cosas que debe hacer Calderón antes de irse es publicar la reforma al Reglamento de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para garantizar la aplicación inmediata de la declaratoria de alerta, erradicar los feminicidios ysalvaguardar la vida y la seguridad de las mujeres”.

martes, 20 de noviembre de 2012

La trata para ricos y para pobres


La zona norte de la ciudad fronteriza, laboratorio de sexo, drogadicción y violencia
Tijuana, capital de la diversión noche y día y de la trata y explotación de mujeres
Un negocio de 16 mil menores y 80 mil adultas con ganancias por 32 mdd al año
Invitación a la fiesta por el aniversario de la Revolución Mexicana en el bar Honk Kong, con servicio gratuito de transporte ida y vuelta para los clientes de San Diego, CaliforniaFoto Sanjuana Martínez
Sanjuana Martínez
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 18 de noviembre de 2012, p. 17
En la calle Coahuila, epicentro de la trata de mujeres en México, el show es permanente. Son las 10 de la mañana y el bar Adelita, con hotel incluido, is always open. El ambiente denso esta cubierto de luz roja, azul y verde. Del techo cuelga una cadena y un aro cromado. De pronto, una mujer escultural con vestido ceñido salta al escenario. Empieza a bailar con movimientos cadenciosos y hace acrobacia con el aro.
Es morena, delgada, tiene el cabello corto y unos 25 años. Hace pasos de ballet clásico en fusión erótica reguetonera con pirouetteassambléecoupé y grand jeté. Tiene una condición de atleta y domina el pole dancing: del aro pasa al tubo; sube, entrelaza las piernas y baja de cabeza; se desliza por el suelo, se abre en escuadra y con un movimiento gimnástico queda de rodillas; con los codos pegados al suelo, levanta el trasero, se para y va despojándose del vestido y el sujetador con la mirada puesta en el público. De pie, los hombres visiblemente entusiasmados aplauden y le ofrecen billetes, ella se acerca con movimientos sensuales y va enganchando los dólares en su tanga; finge confusión, finalmente elige al mejor postor para sentarse en sus piernas.
Enfrente hay media docena de chicas, todas llevan una banda como si fueran reinas de belleza y candidatas a Miss Universo. Son muy jóvenes y están maquilladas exageradamente para aparentar más edad. La propaganda anuncia a sugerentes mujeres semidesnudas con sombrero charro para la celebración del 20 de noviembre, con descuentos especiales de apenas 15 por ciento gracias al Buen fin.
Hay clientes mexicanos y extranjeros, pero los precios son en dólares. En la parte superior están los cuartos: entre 70 y 100 dólares por un servicio de media hora: Hay entre 100 y 300 muchachas. Las hay bonitas o sencillas y de eso depende el precio, explica en medio del estruendo musical, Richard, un mesero originario de Iztacalco que hace de cuidador y defiende su trabajo: Esto es como cualquier otra chamba. Aquí hay mucho trabajo por eso me vine hace dos años. Es como si fueras albañil y fueras donde hay mucha demanda de mano de obra para la construcción.
Capital del turismo sexual
En Tijuana hay gran oferta y demanda: más de 5 mil 500 mujeres, la mayoría jóvenes, son explotadas sexualmente: Son mafias históricas que se dedican a la trata, pero la demanda de esas 5 mil 500 no es sólo de mexicanas, también de Estados Unidos, pese a una disminución de estadunidenses por la inseguridad sigue llegando turismo sexual, eso no se detiene, dice Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos y defensor de los derechos laborales de las trabajadoras sexuales.
                                "Las paraditas" de Tijuana. Foto: Sanjuana Martínez
La zona norte de Tijuana es un laboratorio de sexo, drogas y violencia. En el callejón Coahuila, una pequeña área cargada de bares y table dance, la oferta es diferente. Las chicas están colocadas estratégicamente afuera de los negocios. Les llaman las paraditas.
Algunas apenas tienen 15 años, todas llevan vestidos ceñidos o leggings con zapatos de plataforma y 20 centímetros de tacón. Tienen el cabello largo y la mayoría son de aspecto latinoamericano. Están paradas afuera de los hoteles que rentan cuartos a 25 pesos por media hora, pagados por adelantado y con la entrega de un rollo de papel higiénico.

                        El bar Hong Kong es el epicentro del sexo comercial de alto nivel. Hay más de 300 mujeres trabajando día y noche en distintos turnos. Las chicas bailan en diversos escenarios y están distribuidas por todo el lugar, que además tiene servicio gratuito de ida y vuelta a la frontera con San Diego, California, para los clientes de aquel país. En un extremo hay un espectáculo de espuma; en el otro, de chocolate. Los espacios reservados para bailes privados son para los clientes VIP.
Aquí las trabajadoras sexuales ganan entre 300 y mil dólares al día, dice Clark Alfaro mientras camina por el lugar atestado de hombres a las siete de la tarde y a su lado pasa una chica de proporciones exuberantes vestida sólo con tanga y brassier.
                          Hong Kong, "gentlemen's club". Foto: Sanjuana Martínez
Con dos décadas de trabajo de campo antropológico, sostiene que este tipo de antros son el ejemplo de negocios donde los dueños han prescindido de contratoscon las mafias de trata de mujeres, para pasar a contratar sólo chicas free lance,que por su voluntad y sin padrote deciden trabajar en distintas ciudades de la República: Hay muchas mujeres que se mueven de manera independiente con otro nivel de escolaridad y la mayoría son urbanas, saben a lo que vienen; las que están en la calle vienen de zonas rurales y tienen padrotes que a veces son parejas y las engañan; o bien llegan convencidas por ellos.
En el callejón Coahuila el bullicio no termina, dura 24 horas. Un chico ofreceglobos, pequeñas bolsas verdes con una dosis de cristal a 20 pesos. Las chicas lo rodean y vende su mercancía en escasos 10 minutos. Muchas de ellas han sido inducidas a la drogadicción, luego de ser engañadas o secuestradas para la explotación sexual.
En el bar Chavelas, el ritmo es norteño con banda y mariachi. La clientela y las chicas tienen un nivel más popular. Lluvia, de apenas 18 años sale a la pista anunciada por un animador que invita a los clientes a bailar. Cada pieza cuesta de dos a cinco dólares. Se mueve con parsimonia y una sonrisa fingida. Apenas pesa poco más de 35 kilos.
Detrás de cada muchacha como esta hay hijos que mantener. Aquí les pagamos 500 pesos por bailar. Eso es todo. Si ellas quieren algo más, ellas saben, dice Mario el animador que lleva 20 años en este negocio: Yo soy como un taquero, ya no me dan ganas de comer. Además, tengo esposa e hijos. Llevo una vida normal fuera de aquí.
Las mafias
En la calle, las paraditas exponen otro problema: las mafias de proxenetas que las enganchan con engaños prometiéndoles trabajo de edecanes, modelos o asistentes, o las secuestran. Según la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hay más de 16 mil menores víctimas de trata y alrededor de 80 mil mujeres, un negocio que arroja ganancias de 32 millones de dólares al año, convirtiéndolo en el segundo más próspero en México, después del tráfico de drogas.
           Víctor Clark, director del Centro Binacional de Derechos Humanos. 
Víctor Clark ha estado amenazado de muerte y ha vivido con seis escoltas debido a su defensa de los derechos humanos; señala que puede haber mafias trasnacionales de trata hacia Estados Unidos y Asia usando como trampolín a Tijuana, pero lo que más ha estudiado es el tránsito local que deriva de la miseria y la baja autoestima de las mujeres sometidas a una serie de abusos: Las mafias de proxenetas o padrotes, algunos salen de Tlaxcala, Puebla o Jalisco y traen mujeres convencidas porque las enamoran con la capacidad seductora de la retórica del padrote, otras amenazadas o engañadas para trabajo sexual en la calle, mujeres que surten las demandas sexuales de la clase obrera. Cada muchacha les genera ganancias de 30 mil pesos al mes.
México ocupa el tercer lugar en trata de personas, según la Coalición Regional contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC, por sus siglas en inglés) con métodos distintos: “Los grupos del crimen organizado las levantan para usarlas como halcones, sicarias, mulas o esclavas sexuales de los jefes de plaza, y cuando se cansan de ellas simplemente las matan, desfigurándoles el rostro para hacer más difícil su identificación”.
                           "Las paraditas" de Tijuana. Foto: Sanjuana Martínez
En Tijuana, las autoridades han rescatado 134 víctimas de trata en un año y la desaparición de mujeres ha alcanzado niveles de alarma, luego del caso de la joven Magaly Salazar Bravo, de 23 años, quien después de 10 días de búsqueda las autoridades la encontraron en un table dance de Guadalajara, adonde supuestamente fue de manera voluntaria. Después del rescate fue misteriosamente aislada: Es un caso muy extraño que deja ver otro problema: el de la trata para pobres y la trata para ricos, dice Clark Alfaro.

La trata para la clase media y clase alta se mueve fuera de la zona de tolerancia:Los consumidores son la elite política y financiera. Cuando se habla de trata sólo se centran en las mujeres de estados muy pobres y redes de proxenetas, pero nunca las investigaciones están orientadas a la trata para ricos porque sería un escándalo público, habría hombres de sectores político y empresarial y se exhibirían a sí mismos.
Independientemente de las diferencias, ningún tipo de trata se investiga. La trata para pobres, por ejemplo, cubre parte de la zona norte. En la calle Artículo 123: el bar El Fracaso está lleno. Su clientela: albañiles, mecánicos, obreros. Aquí las chicas son menos curvilíneas y sofisticadas que las del Hong Kong. Las casi 150 mujeres que trabajan en este lugar tienen unos kilitos de más y están sentadas en cuatro bancas alrededor de la pista. Bailan a ritmo grupero y cobran a 15 pesos la pieza. Luego ofrecen 25 minutos de servicio por cien pesos.

domingo, 11 de noviembre de 2012

EL INCANSABLE CAMINO POR UN CEMENTERIO 

Por: Sanjuana Martínez        noviembre 5 de 2012 
Investigaciones especiales/SinEmbargo.mx
     Aspecto de la caravana de madres de migrantes desaparecidos. Fotos: Sanjuana Martínez.

Tras seis años, la Caravana de Madres Centroamericanas en Busca de sus Hijos en México tiene resultados: 67 localizaciones. La caminata continúa. Aún hay 120 mil migrantes sin encontrar. En octubre, estas mujeres reiniciaron la marcha 


MONTERREY, NL. Marchan solas en silencio, con la angustia y el desamparo en su mirada. Van arrastrando los pies. Caminan con dignidad. No se dan por vencidas, no desfallecen. La huella del dolor en sus rostros; la lucha incansable en sus manos, la ilusión colgada al cuello en una foto. Ellas buscan a sus hijos desaparecidos. Siguen el rastro de la esperanza, el destello de un suspiro de aliento que las sostenga para continuar. 
Han recorrido casi cuatro mil 600 kilómetros en México: 14 estados y 23 paradas estratégicas. Han enfrentando los peligros de internarse en territorios bajo el poder del narco. Y han cuestionado la connivencia entre autoridades migratorias y los cárteles de la droga. 
Los migrantes son para policías, funcionarios, militares y criminales un botín de guerra. El resultado: entre 70 y 120 mil migrantes desaparecidos. La Octava Caravana de Madres Centroamericanas en Busca de sus Hijos en México del Movimiento Migrantes Mesoamericano (MMM) es una peregrinación para liberar la esperanza. 
Y después de seis años, la lucha de estas mujeres empieza a dar sus frutos: 67 localizaciones de hijos desaparecidos. Felices por las madres que han encontrado a sus hijos y tristes por las que aún los siguen buscando, van bajando una por una de los dos autobuses que las siguen. Casi todas se fueron conociendo en el camino. 
Hay mujeres de Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua. “Ellas son el testimonio de la verdad”, dice de entrada Martha Sánchez Solís coordinadora del MMM mientras camina a su lado. “Nada nos puede pasar. En los últimos tres meses ha aumentado muchísimo la inseguridad para los migrantes, pero aun así decidimos que la caravana no iba a parar y la organizamos. Nada puede empañar la auténtica lucha de las madres. ¿Quién puede resistirse a lo más genuino que hay en la vida?”.
                                                              Martha Sánchez Solís, coordinadora del MMM.
Esta activista de 71 años, comprometida con las luchas sociales, se ha enfrentado a los maleantes cara a cara: “El otro día uno de ellos me dijo: ‘Usted madre, ¿quién la protege?, porque a mí me protege la Santa Muerte, pero a usted?’… Yo le contesté: ‘no te preocupes yo ya estoy en horas extras, y aquí voy a seguir’… En fin, la adrenalina no me deja”. 
Hija del exilio español, nació en Francia y en 2006 empezó a construir el movimiento al ver los desastres de la guerra en torno a la migración centroamericana: “Decidimos que era una obligación ética y moral apoyarlas cuando vinieran estas madres buscando a sus hijos. Y empezamos a construir. Las primeras caravanas las hicimos con mi dinero y el de mi marido; con dinero de mis amigos y del padre Nieto. Es terrible, estamos hablando de entre 70 y 120 mil migrantes desaparecidos”. 
Martha se acerca a las madres, las abraza, besa y llora con ellas; siempre está pendiente de sus pesares y alegrías. Después de tantos kilómetros recorridos para la búsqueda de migrantes no tiene dudas: “Todo México es un cementerio de migrantes”. Y más aún: “No vamos a saber nunca cuántos son realmente, no vamos a saber nunca cuántas fosas clandestinas no nos han dicho que han descubierto, no vamos a saber jamás cuántas no han descubierto; pero lo que si sabemos es que vamos a seguir buscándolos”.

MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA NORTE 
“Sus desaparecidos son nuestros desaparecidos”, les dice a modo de bienvenida Leticia Hidalgo Rea, madre de Roy Rivera Hidalgo, de 18 años, estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL), secuestrado en su casa, el 11 de enero del año pasado por un comando de hombres encapuchados que llevaban armas largas y chalecos de la policía de Escobedo, Nuevo León.
                                                       Mercedes Moreno.
A Leticia, fundadora de la organización Lupa (Lucha por amor, verdad y justicia), ahora integrada en Fundec (Fuerzas Unidas por Nuestros Desaparecidos de Coahuila), sección Nuevo León, se le hace un nudo en la garganta, pero las lágrimas no le impiden continuar: “No están solas, tenemos el mismo dolor…. ¡Hasta encontrarlos!… Sólo los besos nos taparán la boca”. 
La Caravana de Madres Centroamericanas pasó por la Casa Nicolás, un albergue para migrantes ubicado en Guadalupe, Nuevo León –municipio que es territorio de Los Zetas–, donde hace unos meses secuestraron a cuatro centroamericanos, un hecho denunciado por su director, el sacerdote Luis Eduardo Villarreal Ríos: “Cristo fue migrante y es un mandato teológico recibirlas aquí con los brazos abiertos. México es un campo minado para los migrantes”. 
En el comedor del albergue, con la cena servida, las madres se miran entre sí un poco cansadas y desconcertadas. Hay lágrimas silenciosas, miradas de identificación con las madres mexicanas de desaparecidos que han acudido a acompañarlas. Leticia conoció a Mercedes Moreno en la caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, encabezada por Javier Sicilia en Estados Unidos. Y ahora se reencuentran. Ambas se funden en un abrazo entre sollozos y les hacen entrega de un pañuelo bordado como símbolo de la búsqueda de los desaparecidos que en Monterrey enarbola Fundec. 
Las ventanas están tapizadas de pañuelos con los nombres y apellidos de las víctimas de esta guerra: “Hemos estado bordando los nombres de las víctimas de esta guerra, los nombres de los desaparecidos. Empezamos bordando los nombres de nuestros desaparecidos y de los migrantes asesinados en San Fernando. Queríamos recibirlas con esto, para decirles que las tenemos en nuestro corazón. Gracias por traer la esperanza, por traernos la mitad de su corazón, la otra mitad está con nuestros hijos desaparecidos”, les dicen. 



                                                                            Petrona del Socorro García. 

Mercedes Moreno de 64 años, muestra una pancarta con la foto de su hijo José Leónidas Moreno, quien vivió en Los Ángeles desde 1978 hasta 1988. Finalmente fue deportado y volvió a El Salvador, pero en el Departamento de San Vicente lo capturó el Ejército: “Lo meten a la cárcel y lo torturan por seis meses porque creyeron que era guerrillero por no portar ninguna identificación, pero él venía deportado. Mis hermanas lo encontraron en la cárcel en 1988 y volé desde Estados Unidos para verlo y ésta es la última foto que tomé de él”, dice acariciando la pancarta. 
José Leónidas se quedó a vivir con sus tías esperando que su madre que  residía en Estados Unidos hiciera todos los trámites necesarios para la residencia: “Por las torturas que recibió del Ejército mi hijo quedó mal de su mente. En 1991, él decidió venirse a México para pasar para Estados Unidos, pero aquí lo capturan los federales y lo deportan otra vez y desde entonces no sé nada de él. Cuando el coyote regresó a El Salvador, le dijo a mi familia que él había dejado a José Leónidas en un hotel para seguir haciendo conectes y cuando regresó ya mi hijo no estaba. Esa es la versión. Por eso, tengo fe de encontrarlo aquí en México. El tiene inclinaciones cristianas y tal vez en alguna iglesia o en un hospital psiquiátrico. Tengo fe de encontrarlo”. 

En igual situación se encuentra Petrona del Socorro García de 60 años, originaria de Belén, departamento de Chinandega, Nicaragua. Es delgadita y tiene el cabello cano. A pesar de que le faltan los dientes frontales superiores y alguno que otro de la parte inferior, ríe abiertamente enfrentando con entereza su tragedia. Su hijo, Jesús de la Concepción García de 42 años, desapareció el 6 diciembre de 1993: “Mi hijo tiene 18 años de perdido. Se vino con una cuñada de Nicaragua a El Salvador y allí mi cuñada dice que lo dejó trabajando. Cuando volvió le pregunté: ‘¿Qué razón me das de mi hijo?’ y ella me dijo: ‘No sé, ya no estaba, no sé para dónde se fue’. Él me mandó una carta a los seis meses desde Tapachula, Chiapas, diciéndome que estaba en México porque se había cruzado para el otro lado y estaba en Los Ángeles, California, pero la migra lo agarró y lo deportó para México. Después un muchacho que llegó a Nicaragua, me contó que a mi hijo lo había visto en Tapachula trabajando. Yo le pido a nuestro padre celestial que lo encuentre, que si él tiene problemas no me importan, lo que quiero es saber es que está con vida, quiero reencontrarme con él y tengo siempre la esperanza viva”. 
                                                                               Fortunata Corea. 
Petrona es una mujer de campo que decidió unirse a la caravana invitada por unas vecinas que le contaron las cosas horribles que le suceden a los migrantes centroamericanos en su paso por México: “A nosotros nos tratan bien, ojalá así hubieran tratado a nuestros hijos. Mire cómo los agarran, los secuestran, los roban, los matan. Tal vez con esta caravana, tal vez, a los migrantes les van a tener un poquito de piedad”. 

EL ALMA DESTROZADA 

Las madres de los migrantes desaparecidos han construido toda una comunidad solidaria: “Ellas tienen un mismo dolor, una misma esperanza, una misma lucha”, dice Rubén Figueroa del Movimiento Migrante Mesoamericano. “Hemos exigido al gobierno que frene este holocausto, pero parece que está sordo y no escucha el clamor de estas madres. No podemos quedarnos cruzados de brazos. Nosotros sí estamos organizados. Y tenemos que seguir buscando pistas de los migrantes a lo largo y ancho de toda la ruta migratoria que pasa por México”. 
Este tabasqueño de 30 años fue migrante en Estados Unidos durante cinco años y dice que ha vivido en carne propia el mismo drama: “La complicidad del gobierno con el crimen organizado para delinquir en contra de los migrantes es una de las razones principales por la cual los migrantes desaparecen. Sabemos que con Enrique Peña Nieto, que trae la idea de militarizar más el país, poniendo patrullas fronterizas, no resolverá el problema, no es así como se va a frenar este holocausto”. 
Fortunata Corea, es una mujer de piel color morena con ojos rasgados y facciones recias.  Es de Choluteca, Honduras, y cuenta que hace ocho años su hijo Denis Arturo Baca se vino con su suegro buscando mejorar las condiciones de vida de su familia: “Él me iba hablando y la última vez que me llamó me dijo: ‘Mamá, si Dios quiere mañana voy a pasar el Río’, pero no me dijo qué río ni nada. Y desde entones no me volvió a hablar. Se me vino de 24 años, ahora tiene 31 años”. 
Fortunata acaricia la foto que lleva colgada al cuello: “No lo sé soñar bien, cuando lo sueño lo sueño como enfermo, tirado en una cama, pero habla conmigo y yo le digo: “Ti’o, ¿a dónde has estado?’ y el me contesta: ‘Ay mamá es que he estado enfermo y estoy en lugares donde no me dejan salir’”. 
Dice que tiene esperanza de que Denis esté en México: “A mí me tachan de loca. A mí me han dicho que los perros me lo han comido, entonces yo le pregunto a alguien si los perros se comen a la gente y me dicen que no, y me conformo. También me han dicho que se me ha caído de un tren y que quedó loco en un hospital psiquiátrico de monjas. Yo no creo. Y les preguntó: ‘¿dónde pasa el tren?’. Él me dijo que iba a pasar el río. Entonces pregunto: ‘¿pasan trenes después de pasar el río?’ Muchos me dicen que no. En cambio, otros me dicen que quedó en el desierto, entonces yo pregunto: ‘¿el río es primero que el desierto?’ Dicen que el desierto es atrás y el río primero. ¿Entonces?… Aunque me tachen de loca, yo digo que mi hijo está vivo”. 
Fortunata continúa hablando: “Ahora le estamos pidiendo al gobierno que atienda este problema, esperemos que paren un poco los secuestros, las matanzas… Uno no se viene de Honduras porque quiere, se viene porque no tiene cómo mantener sus hijos. Mi hijo se vino y yo le doy la razón porque dejó dos hijos, no tenía donde vivir y él miraba que la gente se iba y se venía con cosas, y como albañil nunca iba a prosperar. Mire como Doña Olga ya encontró a su hijo en Escobedo, Nuevo León; no se lo lleva, pero su alma ya descansó. Yo así quisiera. Las demás andamos con el alma destrozada porque no sabemos nada”.


                                                      Lidia Diego Mateo
Lidia Diego Mateo mira a sus compañeras de caravana. Está rodeada de compatriotas de Guatemala. Su rostro tiene una tristeza profunda, perenne. Tiene 42 años, pero aparenta 60. Dice que tiene 10 hijos, pero que no puede vivir en paz porque le falta una: Nora Morales Diego de 16 años, desaparecida hace cuatro años. Suyapa del Socorro Muñoz. Vive en la comunidad maya de San Ixtán, en Guatemala. 
Habla el castellano con dificultad pero cuenta que su hija desapareció en el Benémerito de las Américas, Chiapas: “Supe que se quedó a trabajar allí con su esposo mexicano: Gabriel González Pérez. Se ha escuchado que aquí no se respetan los derechos de los migrantes. Ojalá el gobierno ponga de su parte para encontrarlos porque no son animales, son gente y debe respetar su dignidad”. 
Lidia arrastra la aflicción como compañera de viaje. Es su primera caravana; en realidad, nunca había salido de su pueblo y le da pena haber dejado 20 días a su familia: Uno tiene un montón de hijos, pero no se conforma porque sabe que le falta uno. Así dice la Biblia que son 100 ovejas, pero si se perdió una, hay que salir a buscarla. Yo tengo que encontrar a mi hija. No le hace que se quiera quedar con el marido mexicano. Dios que me ayude a encontrarla y no sólo yo, sino todas las compañeras; entre nosotras nos animamos para venir a buscarlas, para salir al encuentro de nuestros hijos”. 

MIGRANTES: EL BOTÍN 

El padre Alejandro Solalinde usa una camisa blanca impecablemente planchada y reluciente. Habla bajito, pausado, mirando a los ojos; se dirige a todos micrófono en mano de manera didáctica. El silencio es absoluto en el mítico Café Brasil de Monterrey, mientras el hombre que ha entregado su vida a la defensa de los migrantes expone su mensaje. “Esta caravana significa la visibilización de un drama, una tragedia de unos hijos entrañables que no aparecen. Entonces se hace esta caravana para llamar la conciencia de las autoridades y de todos aquellos que puedan ayudar y contribuir a la localización de estos seres queridos”, dice en entrevista.
“Esta caravana significa la visibilización de un drama, una tragedia de unos hijos entrañables que no aparecen. Entonces se hace esta caravana para llamar la conciencia de las autoridades y de todos aquellos que puedan ayudar y contribuir a la localización de estos seres queridos”, dice en entrevista. 
Integrante de la Pastoral Movilidad Humana del Episcopado Mexicano, el padre Solalinde reivindica la misión de las madres de migrantes desaparecidos: “El norte del país ha sido un cementerio, incluido todo lo que es el Río Bravo, donde ha habido personas que han presenciado como las personas se ahogan y ya no los vuelven a ver; al igual que el desierto donde se encuentran osamentas, restos de nuestros hermanos de Chiapas que se han hermanado con los centroamericanos”.
Para este sacerdote católico, criticado incluso por su propia jerarquía, no hay obstáculos en su lucha a favor de los migrantes y aboga por la creación de un banco nacional de datos de ADN para cruzar datos con los miles de cadáveres sin identificar. La última oportunidad, dice, es el equipo de Antropología Forense de Argentina: “Las fosas clandestinas están hablando y también las que son usadas por los gobiernos para enterrar a los no identificados; ya están allí, especialmente en Veracruz. Para el manejo forense se requiere voluntad política y no la hay”. 
Cuenta que hay un desastre en el tema de identificación de desaparecidos y cadáveres: “Una señora hondureña vino a buscar a su hijo, que fue secuestrado y asesinado en Coatzacoalcos, Veracruz, y la intimidó un ministerio público corrupto. Volvimos con muchas organizaciones y estuvieron presionados a buscar el ADN y nos dijeron que en 15 días o dos meses tendrían los resultados; el problema, es que ya van casi dos años y medio o tres, sin resultados”. El padre Solalinde continuará con el albergue y dice que los migrantes son muy pobres, pero dejan ganancias como “un botín” de guerra: “Mientras los sigan viendo como mercancías, mientras no haya valores y ética en los mexicanos va a seguir sucediendo eso. No hay amor ni respeto a Dios, pero tampoco a la vida humana, ni a los hermanos centroamericanos”.
                                                           Suyapa del Socorro Muñoz
BÚSQUEDA AMOROSA  

Suyapa del Socorro Muñoz, no ha sonreído en mucho tiempo. Tiene el alma marcada por la desolación y la mirada también. Habla bajito como temiendo incomodar a los demás. Desde hace siete años no ha vuelto a comer igual, ni a dormir. 
Su hija Diana Maribel Rivera Muñoz desapareció en algún lugar entre Guatemala, México o Estados Unidos. Como madre soltera de tres hijos, quería darles una vida mejor: “El propósito de ella era pasar al otro lado, como somos muy pobres y no teníamos casa, ni dónde vivir, me dijo que iba a trabajar en Estados Unidos para comprarnos una casita a mi y a sus tres hijos. Todos somos muy pobres con tanto esfuerzo hemos llegado hasta acá con la esperanza de verlos un día, de que los vamos a encontrar”. 
Suyapa no levanta su mirada cuando habla, pero se dirige al Ejecutivo federal: “Les pido a todos, al Presidente, que si ellos están en las cárceles, que donde estén que por favor los ayuden y si es un problema tan grande que los saquen y los manden a su país. No comemos pensando que ha pasado con la vida de ella. Si se murió pues, ya sabemos, pero así, nos la pasamos pensando. Aquí andamos para saber lo que sea, pues”. 
                                                             Guadalupe Rivas

Las madres centroamericanas han escuchado las historias sobre el próspero negocio de la trata de mujeres en México, en donde están involucrados políticos, gobierno y crimen organizado. Por eso, la madre de Clementina del Carmen Lagos Barrera decidió integrarse a la caravana este año. Su hija desapareció el 9 de noviembre del 2003 en Nicaragua: “Me vine a buscarla por la trata de mujeres. Hay una pista en Tapachula donde la han visto, tenemos una dirección, pero el año pasado no pudimos comprobar si era ella, ahorita que pasemos por Tapachula vamos a ir a buscarla”.
                                                    María Eugenia Barrera Rocha

Tiene seis hijos y su hija le dejó unas gemelas de 10 años. Ella trabajaba haciendo churros, pero no le alcanzaba para mantener a las niñas porque era madre soltera: “Ella es muy dulce, muy tranquila, sencilla. Tenía 17 años cuando desapareció, hoy 26. Primeramente Dios que pronto aparezca”. Igualmente, la madre de Jorge Luis Cardoso Valdivia desaparecido hace seis años en Denver, Colorado, está segura que su hijo está vivo y puede estar en México o preso en Estados Unidos. Era arquitecto: “A mi hijo lo llevaban en hombros y lo dejaron en el camino del desierto cuando vieron la camioneta de la migración. Puede ser que este con vida, dicen que cuando regresó el coyote dio noticias de que no había nada en el camino. 
El coyote cobró 2 mil dólares, pero no nos dio ninguna razón de mi hijo”.
Desde 2002, Blas Alvaro Rivas García carpintero y pintor desapareció. Dejó en Chinandega a cinco hijos que siguen esperándolo, por eso su madre, Guadalupe Rivas, decidió participar por primera vez en la caravana: “Dos de sus hijos no lo conocen y me dicen: ‘abuelita ve a buscar a mi papá’. Yo creo que está aquí en México. Siento que está vivo. Con esto de la caravana creo encontrarlo porque me han dicho que puede estar en Tuxtla Gutiérrez. Ojalá que todos encontremos a nuestros hijos porque todas lo merecemos. Yo sólo le pido a mi hijo que busque un medio de comunicación para que podamos hablar porque sus hijos lo necesitan”. 
                                                     María Teodora Ñamendiz
María Teodora Ñamendiz busca a su hijo Francisco Dionisio Cordero Ñamendiz desde hace 30 años y aunque tiene ocho hijos dice que le falta “el perdido”: “Se vino de 19 años a El Salvador, de allí me mandó pedir la partida de nacimiento. Trabajaba en villas y por la noche estudiaba. Luego me dijo que se iba a pasar para México y que se había casado con una mexicana en Veracruz, y me mandó decir que tenía dos niñas. Yo digo que él está aquí”.
A María Teodora le aterra pensar en los peligros que pasan los migrantes: “Da horror lo que pasa aquí, los maltratan, les hacen ganada, los matan y los vuelan al río. Estuvimos donde hubo una masacre. Yo no me canso de buscarlo aunque hayan pasado 30 años. En nombre de Cristo que lo voy a encontrar”. 
El 30 de octubre los medios de comunicación dieron la noticia de que María Teodora Ñamendiz finalmente encontró a su hijo en Tierra Blanca, Veracruz, y se llevó una grata sorpresa: no tiene dos hijos, sino tres. 
                                                         Francisca Rodríguez
El reencuentro es lo que espera la hondureña Francisca Rodríguez de 77 años que no deja de llorar. Su hijo Santos Domingo Quiroz Rodríguez desapareció hace 13 años, pero hay testigos que lo han visto en Puebla: “Lo han visto vendiendo maíz en una bodega. Un muchacho me dijo: ‘Este vato lo conozco’. Tengo la fe en Dios que lo voy a encontrar. El corazón me dice que allí está, que está vivo”.